martes, 7 de mayo de 2019

El costeo


Edwin Rolando García Caal


Costeo es una palabra que se utiliza para resumir un proceso administrativo y contable que sirve a las organizaciones para determinar cuánto cuesta producir una unidad de un bien (RAE, 2014). En ese sentido el costeo es un procedimiento. En este artículo se intenta ampliar esta visión, para convertir el costeo en un instrumento de gestión empresarial, económica y social; para generar políticas públicas y para orientar la aplicación de los diferentes métodos de costeo que existen en la actualidad. No obstante se partirá de esta definición reducida: ¿cuánto cuesta producir una unidad de un bien? 

Por ejemplo, en la producción de “pan” es necesario utilizar un listado de insumos de materia prima, cítense: harina, levadura, sal, agua y azúcar (García O. , 2010, pág. 53). Para este caso el costeo implicaría la medición de las cantidades adquiridas, la determinación de las cantidades utilizadas en el proceso de producción, y la relación entre lo pagado y lo gastado, por unidad de cuenta.

Si se compran los insumos a precios de mayorista, se registra el precio del quintal de harina a un monto de Q310 y el de la levadura a Q50 el quintal; se agregan Q80 del quintal de azúcar y Q2.5 de una libra de sal. Con estos montos se determina un total pagado de Q442.5 al que hay que agregarle un garrafón de agua purificada que tiene un costo de Q16 (García O. , 2010, pág. 53). En total, los insumos para la producción de pan resultan de un costo de Q458.5. Es oportuno indicar que los términos “costo” y “coste” son sinónimos.

El costo de la materia prima puede ser enfrentado a la producción total, en este caso, dichos insumos alcanzaron para producir 2,293 panes y se utilizó el 100% de los insumos. Esto significa que cada pan costó Q0.20 (458.5/2293) en términos de materia prima.

Sin embargo, surgen muchas preguntas. ¿Este es el costo real de cada pan? Porque además de la materia prima se tuvo que pagar el salario de 3 panaderos a Q2992.37 cada uno (DCA, 2017). Este agregado hace pensar en un dilema.

Dividir la suma del salario de los tres panaderos dentro de la cantidad total de panes asignaría un costo que no es real, tomando en cuenta que el salario es mensual y para producir estos panes no fueron empleados todos los días del mes, únicamente unas horas. Para resolver esto, algunos métodos de costeo (Costeo real integral) proponen dividir el salario por horas y cargar al costo de cada pan, una porción del salario en función del tiempo utilizado para su producción. Unas empresas en cambio pagan un salario por quintal de harina para tener un cálculo exacto del costo del recurso humano. 

Con estas aclaraciones surgen otras dudas. ¿Hay que aplicar el costo del gas o de la leña utilizada para la cocción del pan?, ¿Hay que aplicar el costo del jabón que se utilizó para lavar los utensilios, después del proceso de producción? ¿Hay que aplicar el costo de la energía eléctrica? ¿Hay que aplicar el costo de reparar el horno cuando se descompone? ¿Hay que aplicar el salario de la persona que lava los utensilios utilizados? ¿Hay que aplicar el costo de la maquinaria, aunque no se consuma toda en un proceso de producción? ¿Hay que incluir el costo de la publicidad? Para responder a estas preguntas, los métodos de costeo señalan la necesidad de clasificar los costos en costos directos y costos indirectos. 

Los costos directos pertenecen al proceso de producción y los costos indirectos no. Los costos directos pueden dividirse en Costos fijos (que no cambian de magnitud aunque se incremente la producción) y los Costos variables (que se incrementan cuando se incrementa la producción y viceversa). 

Sin embargo, aún surgen otras dudas, ¿Habrá que incluir el costo del arrendamiento del edificio?, ¿Hay que incluir el costo de los salarios del personal administrativo?, Si el dueño no tiene un salario, ¿se incluyen sus ganancias? ¿Hay que incluir el costo de los salarios del personal de ventas?, ¿Hay que incluir el costo de los salarios del guardián?, ¿Qué ocurre con el personal contratado sólo para cuidar el jardín de la empresa?, ¿Qué se hace con el costo del transporte de la mercadería de la fábrica hacia el puesto de ventas? El puesto de ventas también tiene sus costos, ¿estos se incluyen? La respuesta es sí, son costos indirectos. 

Los métodos de costeo sirven para plantear técnicas que permitan incluir todos los costos aquí señalados. Algunos métodos, por ejemplo, plantean que no es necesario hacer un costeo real integral, sino que los cálculos pueden hacerse clasificando las actividades (Costeo por actividades). 

Otros métodos en cambio, plantean calcular el costo por las unidades administrativas en que se divide la empresa (v.g. producción, empaque, transporte, gerencia, administración, ventas, etc.), o sea costeo por absorción. Otra línea de los métodos plantea establecer procesos y costear cada uno por separado (costeo por procesos) (Reinheimer, González, & Zanitti, 2004). 

A pesar de lo planteado, hay un elemento que es posible agregar al análisis. ¿Qué ocurre si se roban un vehículo de la empresa, y hay que comprar otro?, ¿eso también es un costo? Estos planteamientos permitieron contablemente separar los costos de los gastos. El gasto estará definido como un pago que se hace pero no tiene nada que ver con la producción del bien. 

En este caso se consideran gastos los intereses bancarios por un préstamo, los seguros para vehículos, los desperdicios en el proceso de producción (el pan quemado, por ejemplo) y los impuestos a la producción. Los gastos podrían llegar a cero y aun así alcanzar el mismo nivel de producción. Por el contrario, costos igual a cero, hacen llegar a cero el nivel de producción. 

El costo produce ingresos y el gasto reduce las ganancias. Las multas por exceso de velocidad del piloto de la empresa y las moras en impuestos también son gastos del productor. 

Más allá del costo del productor (como término contable), que permite establecer la cantidad de dinero que se eroga para la producción de un bien, y el gasto del productor, que es un desembolso adicional que no se eroga para la producción pero que está incluido en el precio del bien, existen otros elementos que es necesario considerar. ¿Qué ocurre cuando un trabajador se ausenta de la empresa por razones diversas? Por ejemplo Accidente, enfermedad, viaje, asuntos judiciales, etc.; es sustituido por otro trabajador y la empresa paga dos salarios. ¿Esto debe reducir la ganancia o incrementar el costo de producción del bien? Para eso los estudiosos del tema han propuesto el “Costeo real normalizado”, en este se incluyen los imprevistos y se asumen en un porcentaje promedio como costos indirectos constantes. 

Ahora bien, hay otras complejidades a tomar en cuenta. Las ventas a futuro por ejemplo, (cuando se vende la producción de maíz del año siguiente como mecanismo para contar con financiamiento para la empresa), en este caso no se pueden conocer los costos reales, y se tienen que hacer supuestos de costos. La propuesta es utilizar un método de costeo denominado “Costeo predeterminado estándar”.

En todos los casos, antes de elegir el método de costeo a utilizar, es necesario establecer cuál es el más apropiado en función del tipo de organización, el tipo de producto y el tipo de clientela. Efectivamente, la clientela también tiene mucho que ver en el costo de producción. Si los clientes están dispuestos a pagar por el mínimo detalle, entonces es posible cargar en el costo más procedimientos e inclusive más desperdicios (costeo por órdenes de producción). Por ejemplo, cuando se solicitan trajes a la medida, muebles a la medida, casas. Pero si el cliente no está dispuesto a pagar ninguna modificación en el precio histórico del producto (de la tortilla por ejemplo), es necesario reducir al mínimo los desperdicios y por lo tanto, este registro es importante en el método de costeo que se utilice. 

Ahora bien, hemos estado hablando del costo de producción que atañe a la empresa, sin embargo, ese no es el costo de un producto cuando atañe al consumidor. 

El consumidor debe pagar en el precio del producto el costo de producción, más los gastos, más las ganancias del empresario (que para el consumidor también se consideran un costo), más los costos de transacción. Como costos de transacción se consideran aquellos pagos que se realizan al trasladar el producto del punto de venta de la empresa al punto de compra, en el caso de adquirir el producto en una tienda, el costo de transacción incluye gasolina del tendero para ir a traer los productos al depósito, piloto, salario del tendero, energía eléctrica de la tienda, agente de seguridad privada contratado por el tendero, alquiler del local, etc. 

Cuando el producto es adquirido en un “Centro comercial” entonces los costos de transacción resultan más elevados. 

Cuando el producto es comprado en otro país, los costos de transacción resultan mucho más elevados, ya que incluyen el costo del transporte marítimo o aéreo, los seguros y reaseguros, las muestras que se regalan para dar a conocer el producto, los costos de la empresa intermediaria, los impuestos a la importación, etc. 

Para adicionar algo más; es importante señalar que el consumidor, además de pagar el costo de producción, más los gastos de producción, más la ganancia del empresario, más el costo de transacción, también debe pagar los impuestos al consumo. 

Estos análisis permiten establecer un “costo de producción” para la empresa y un “costo económico” para el consumidor. Lo que se puede simplificar en las funciones siguientes.

Leer artículo completo: García, E. (2018). El Costeo