Edwin Rolando García Caal
En Guatemala se reconoce que “no existe un mecanismo de información que establezca la situación real del
perfil de salud de la población de forma continuada, que posibilite evaluar el
avance de los compromisos del sector salud, el análisis de los resultados y su
vinculación con los recursos”, acciones realizadas por todos los proveedores,
los administradores y los financistas de los servicios de salud, tanto a nivel
nacional como departamental y municipal. Sin embargo, ¿qué hay detrás de la
falta de un mecanismo de información con los alcances citados? ¿Es posible
implementarlo?
Algunos analistas señalan que no existe un mecanismo de información de la
salud en Guatemala debido al tema de la financiación. Se sabe que en la
Autoridad Sanitaria Nacional, existe desde el año 1997 el Sistema de
Información Gerencial en Salud (SIGSA), entidad que hasta el año 2010 compilaba
la información de los diagnósticos atendidos en los puestos y centros de salud en sábanas de papel sin el
nombre del paciente.
A partir del año 2010 y hasta la fecha, se implementaron un grupo de
formularios en línea, sin embargo, debido a la falta de recursos físicos, dichos
formularios (12 en total) se llenan en una computadora sin servicios de red. En
otras palabras, se elaboran registros en formularios de Excel, a nivel de
puestos de salud y centros de salud, dichos formularios son trasladados en
medios magnéticos hasta el distrito de salud (uno por cada municipio). En el
distrito se digitan para ser transmitidos en línea hasta el nivel central. El
esquema de transmisión de datos expuesto no tiene alcance en los 334 municipios
que conforman el país ya que en 5 de estos municipios se carece de servicios de
internet, por lo tanto los digitadores de esos municipios deben trasladar en
medios magnéticos los resultados de cada puesto y centro de salud hasta el
siguiente nivel (el departamento).
Otro problema señalado se refiere a la capacidad de los equipos de cómputo
utilizados en los municipios y en los departamentos, capacidad que no facilita
la elaboración de reportes consolidados. Algunos estadísticos entrevistados (1
por cada departamento) señalan que la elaboración automática de un reporte
consolidado departamental tarda alrededor de 5 días en salir, debido a la poca
capacidad de las computadoras. En ese sentido, mientras las computadoras
elaboran un reporte se detiene cualquier otro trabajo de cómputo. Debido a este
inconveniente los reportes consolidados se solicitan a la autoridad central
cuando existen recursos financieros para hacer el viaje.
Un problema adicional ha surgido desde la
necesidad de reducir la mortalidad materna y la mortalidad infantil. Como los
pacientes no son reportados por nombre, al momento de un seguimiento nacional
de una estrategia materna e infantil no es posible localizar a los
destinatarios de la estrategia. En ese sentido a partir del año 2013 se ha
promovido el SIGSA nominal. Aproximadamente un 80% de los digitadores están
llenando el SIGSA nominal pero aún
existe un 20% que no lo hace. Esta incompatibilidad de datos ha hecho difícil
la consolidación de la información para generar reportes útiles en la toma de
decisiones y en la evaluación de los alcances de la estrategia. Según el
esquema de evaluación planteado por la OMS, en el Design and Implementation of
Health Information Systems es posible señalar otros aspectos de la problemática
del mecanismo de información implementado siguiendo una clasificación de seis
niveles.
En el nivel uno (recopilación
de datos), el sistema de información tiene la debilidad de no compilar la
información de los hospitales propios de la Autoridad Sanitaria Nacional en los
municipios y departamentos en donde operan. Estos datos son compilados por el
Viceministerio de Hospitales y transmitidos únicamente al nivel central. El
Ministerio de Salud también paga los servicios de técnicos de salud rurales
quienes prestan servicios de salud materna e infantil en las áreas que no
cuentan con un puesto ni con un centro de salud. La información de los
pacientes atendidos bajo este mecanismo no es compilada por el SIGSA ni
siquiera en el nivel central ya que estas organizaciones son inspeccionadas por
una oficina coordinadora de las ONG. En las áreas que cuentan con puestos,
centros de salud y hospitales, también trabajan médicos privados bajo las
figuras de casas médicas, consultorios médicos, sanatorios y centros médicos. Asimismo, en años recientes se ha implementado el
mecanismo privado de servicios médicos económicos en las farmacias de productos
genéricos (servicio que supera 1,500 médicos que atienden pacientes en las farmacias
en todo el país). Los datos compilados en todas estas empresas no llegan al
SIGSA. En aquellos lugares que no cuentan con servicios públicos del primer
nivel también trabajan las comadronas. Ellas únicamente informan de los partos
atendidos, no así de los servicios de consulta que implican una medicación
previa. El viceministerio de hospitales no compila los datos de los hospitales
atendidos por otros Ministerios, tales como el Hospital Militar y el Hospital
de la Policía Nacional Civil. El Instituto Guatemalteco de Seguridad Social
cuenta con una red de servicios similar a la estructura de la Autoridad
Sanitaria Nacional, cuenta con sanatorios, centros médicos y hospitales. Los
datos de los servicios prestados no son trasladados al SIGSA. La atención de
pacientes en el IGSS tiene un fuerte componente materno e infantil ya que
atiende a las esposas desde la concepción hasta el parto y a los hijos de los
trabajadores afiliados hasta los 7 años de edad. Esa falta de datos en el SIGSA
ha provocado que los indicadores calculados por distintas dependencias
Nacionales e Internacionales no sean coincidentes, ya que cuando hacen trabajo
de campo algunas incluyen y excluyen instituciones informantes. Lo mismo ocurre
con las encuestas que reflejan indicadores nada coincidentes con los publicados
por la Autoridad Sanitaria Nacional. Ante estos inconvenientes, el Ministro ha
enviado una comunicación escrita en donde se prohíbe cualquier publicación de
datos y sólo se reconoce como oficial la información que sale del SIGSA.
En el tema de la transmisión de
datos (nivel 2), existe el inconveniente de que 5 municipios en el territorio
nacional no cuentan con servicios de
internet. En primer lugar por falta de demanda. La población no se encuentra
interesada y no es costo-efectiva la prestación de dichos servicios para las
compañías existentes. Se ha informado que, si la Autoridad Sanitaria Nacional
se hiciera cargo de la infraestructura para internet en el municipio el costo
sería elevado. La poca capacidad de las computadoras para almacenar la
información es un tema de recursos financieros. Tres son los problemas más
difíciles para una transmisión de datos realmente nacional. En primer lugar
están las variables compiladas por los diferentes proveedores de servicios (no
sólo los del servicio público). El segundo problema tiene que ver con la plataforma
empleada para la compilación. El tercer
problema es el tiempo real necesario para contar con los datos. En los puestos
y centros de salud (primer nivel de atención), no hay servicios de internet ni
personal para hacer la digitación, eso señala inversión en la conectividad y
contratación de digitadores. El uso de una plataforma de compilación única para
todas las instituciones involucradas en la atención del primer nivel es un reto
mayor.
El procesamiento de datos (nivel
3) es particular para cada uno de los proveedores de servicios de salud. El Instituto Nacional de Estadística compila la
información de los proveedores de salud privados y para calcular los
indicadores fusiona la información del SIGSA y del IGSS. El resultado es más
cercano a la realidad, aunque no cuenta con los datos procesados en otras
dependencias del sector público. El inconveniente es el tiempo de salida de los
reportes que oscila alrededor de los tres años. Esto quiere decir que al año
2013 contamos con indicadores de salud del año 2010. El SIGSA tiene un retraso
de dos meses para el procesamiento de la información y a veces hasta más cuando
hay coyunturas en los municipios (a pesar de que alguna información la procesa
en tiempo real no es un estándar nacional). Se debe recordar que la información
del SIGSA no es completa para aquellos municipios sin servicio de red, pero el
inconveniente mayor es que la información sólo pertenece al Ministerio de Salud
y el SIGSA no genera indicadores, sólo sumatorias.
El análisis de datos (nivel 4)
en el Ministerio de Salud no está concentrado. Existen 18 programas
específicos: Salud materna-infantil, VIH SIDA, Malaria, Salud reproductiva, Tuberculosis, Inmunizaciones, etc. Cada programa solicita la información que le
interesa al SIGSA, asume que es información nacional y calcula sus indicadores.
La mayoría de veces los indicadores no se calculan de forma programada sino a
requerimiento de organismos internacionales. La mayoría de veces los
indicadores se construyen utilizando como denominador la población. Algunos
programas emplean los datos de población del INE, otros programas los datos de
población de CELADE (Centro Latinoamericano de Demografía), otros utilizan aproximaciones
propias. Algunos programas buscan la información del IGSS pero en su gran
mayoría no. El análisis de datos en el Ministerio de Salud se hace a nivel de
consultorías específicas. Otros análisis a requerimiento de los diputados y los
públicos realizados por periodistas.
En el nivel de salidas de
información (nivel 5) hasta el año 2010 existía una oficina responsable de
elaborar la Memoria Epidemiológica institucional pero desde el 2011 se dejó de
publicar y no es de interés de la autoridad sanitaria volver a su elaboración. Los
análisis más formales tienen que ver con la elaboración del Informe
Presidencial para evidenciar los logros del Gobierno de turno, cada año.
Algunos informes internacionales según requerimientos específicos. Hay salidas
de información en el Informe de Desarrollo Humano y otros informes con
financiamiento internacional. Las encuestas del INE también dan a conocer los
resultados de análisis específicos, principalmente los de la Encuesta Nacional
de Salud Materno Infantil (ENSMI). Estas salidas de información no son anuales
y el menor tiempo de salida se ha dado a los 5 años. En los niveles
subnacionales (departamentos y municipios) se hacen análisis de la situación de
salud (ASIS) pero a criterio individual, algunos considerando sólo la
información del SIGSA, otros buscando información del IGSS y de otros
Ministerios. Dichos análisis los realizan epidemiólogos departamentales. Todos
ellos carecen de influencia en los reportes del sector privado. Sin embargo, se
puede afirmar que la mayoría no hace un ASIS anual.
Cuando se habla del uso de la
información en la planificación y la gestión (nivel 6), se debe señalar que la
Unidad de Planificación Estratégica del Ministerio no utiliza información del
SIGSA para la elaboración del Plan Operativo Anual, de hecho el cálculo de las
necesidades presupuestarias continúa utilizando mecanismos comunes de todas las
instituciones, que únicamente realizan un ajuste inflacionario al presupuesto
del año anterior. Las normas institucionales no obligan al empleo de la
información de la situación de salud, únicamente al cumplimiento de las leyes
presupuestarias establecidas en el
Sistema de Gobierno (SIGOB). Para la elaboración del plan son requeridos
indicadores meta, mismos que son elaborados en el nivel gerencial más alto de
los servicios de salud con los criterios establecidos por los asesores. En ese
sentido, los niveles subnacionales desconocen las metas a lograr.
Como consecuencia no se ha
logrado una eficiente ejecución del gasto institucional en función de los retos
del perfil de salud y de la posición geográfica de los destinatarios, el
gobierno no ha logrado plantear la necesidad de ampliar el financiamiento
público para la atención de la salud y como consecuencia no ha logrado el
respaldo social, político y económico para la implementación de políticas
sectoriales de largo plazo.