lunes, 13 de julio de 2015

Los indicadores socioeconómicos

Edwin Rolando García Caal



Un indicador es de acuerdo con la historia de la humanidad, un instrumento que permite saber la ubicación espacial o temporal del sujeto. Los primeros indicadores mundialmente reconocidos fueron la brújula y el reloj. Pero el término indicador se ha posicionado en todas las acciones humanas. Tanto que a nivel de diccionario un indicador se define como “Un dato, objeto o información que sirve para conocer la ubicación y la intensidad de un hecho o para determinar su evolución futura y su situación de cambios o progresos” (Vox). 

Un termómetro es un indicador de la intensidad de la temperatura. El tablero de un carro está lleno de indicadores de la cantidad de combustible, de la cantidad de agua, de la velocidad, de la cantidad de kilómetros recorridos, de la cantidad de líquido de frenos, de la temperatura del motor, etc. El semáforo es un indicador que señala las posibles acciones a realizar antes de cruzar una calle. Hay indicadores que señalan si algo se cumplió o no. Hay indicadores que señalan si se está cerca de una meta o no. Hay indicadores que señalan los cambios, otros señalan lo que está permitido y lo que no, como los indicadores del baño de mujeres y de hombres. Una característica que deben tener los indicadores es su simplicidad. Los indicadores de tránsito por ejemplo, deben ser tan simples que puedan ser comprendidos por las personas que incluso no saben leer y escribir. Sin embargo, también se han creado indicadores que sólo pueden ser comprendidos por personas que tienen determinados estudios. Nos referimos a los indicadores numéricos. 

Un indicador numérico es resultado de una fórmula. La fórmula más sencilla puede ser una división, una suma, una resta o una multiplicación. Los más usados son las divisiones, cuyo resultado es una razón fácil de poder ser transformada en un porcentaje. Los indicadores numéricos también son llamados índices. Así por ejemplo, se puede hablar del porcentaje de analfabetismo en el país y cuando se expresa que ese porcentaje es 19%, los estudiosos pueden comprender que 19 de cada 100 personas no saben leer y escribir (índice de analfabetismo). Los cambios en este indicador pueden motivar alegría o tristeza, pero también señalan si se están haciendo buenos proyectos o no. En ese sentido, está claro que un indicador es una señal del resultado de los proyectos, programas o políticas implementados, o simplemente, la señal de que no se está haciendo nada. Cuando el indicador es un índice muy pequeño, como por ejemplo 0.00002 entonces en lugar de llevarlo a porcentaje (multiplicarlo por 100), puede ser multiplicado por 1000, como el indicador de natalidad (33 nacidos vivos por cada 1000 habitantes), si aún es un dato muy pequeño puede ser multiplicado por 10,000 como el indicador de mortalidad materna (140 muertes por cada 10,000 partos).

Los índices son los indicadores predilectos de las Ciencias. La Economía, la Demografía, la Sociología, la Psicología, la Ecología y en sí todas las ciencias, emplean índices que sirven como indicadores de avance o retraso en el estado de la humanidad en algún tema. El Índice Big Mac por ejemplo, es un indicador que permite comparar el poder adquisitivo entre países donde la cadena McDonald’s vende su hamburguesa Big Mac. Lo que se hace es convertir el precio del Big Mac de moneda nacional a dólares y con esto saber si el poder adquisitivo de los consumidores es alto o bajo. Si en un país el Big Mac cuesta 3 dólares y en otro país el Big Mac 2.5 dólares, entonces el segundo país tiene mayor poder adquisitivo. 

Para que un indicador sea socialmente aceptado debe ser confiable. No importa en donde se calcule o quién lo calcule, siempre debe dar el mismo resultado a partir de los mismos datos y por lo tanto, debe describir la realidad tal cual es. Esto también necesita que los datos siempre estén disponibles. El indicador también debe ser oportuno, porque si el indicador es publicado años después de ocurrido un suceso, entonces ya no sirve de nada. Hay indicadores de proceso, por ejemplo cuando el horno muestra la señal de cocción finalizada. Hay indicadores de producto, en este caso el indicador señala qué tan cerca se está de la meta (de vacunación por ejemplo). Hay indicadores de resultado, que indica si luego de haber alcanzado la meta, el resultado esperado se logró o no; por ejemplo, si la vacunación del 100% de niños contra la polio dio como resultado un indicador de 0 muertes por polio en ese lugar poblado. Hay indicadores de impacto (también llamados de largo plazo), por ejemplo, si luego de haber capacitado al 100% de los habitantes sobre la violencia intrafamiliar, diez años después en ese pueblo no hay denuncias de mujeres maltratadas o niños maltratados o esposos maltratados.

En el ámbito de los indicadores socioeconómicos, el indicador más relevante es el dinero. Tiene dinero, no tiene dinero, sin embargo, como es un indicador social y económico, interesa la medición del indicador a nivel de grupos humanos. El grupo de seres humanos que tiene dinero para cubrir todas sus necesidades se representa con un indicador de No pobreza. El grupo de seres humanos que sólo tiene dinero para cubrir una parte de sus necesidades se representa con un indicador de pobreza. Si en ese grupo de seres humanos que se representan con el indicador de pobreza, hay todavía un subgrupo que no tiene dinero para cubrir ni lo mínimo de sus necesidades, entonces se representa por un indicador de extrema pobreza. 

El país completo también puede medirse por la cantidad de dinero que posee en un año. Ese indicador se llama Renta Nacional. Los países son comparados por su renta nacional y por ejemplo, Guatemala está en la posición 79 dentro de un listado de 230 países en donde el número 1 es el país que tiene más ingresos. Panamá se ubicó en la posición 91, Costa Rica 93, El Salvador 107, Honduras 113 y Nicaragua 125 (CIA, 2014). Estos indicadores señalan que Guatemala está en el grupo de países de ingresos medios, pero a la vez señala que sus ingresos son mayores que la renta nacional de cada uno de los países de Centroamérica.

La Renta Nacional no es el único indicador del dinero. Por ejemplo, si consideramos la renta de un vendedor y sabemos que él recibe de renta Q1,200 por todo lo que vendió. También debemos comprender que no es todo el dinero que le queda, porque si pensamos detenidamente, Q1,200 vendió pero hay que restarle lo que gastó antes de vender (costos). En realidad él vendedor tiene una cantidad menor de dinero, lo que llamamos ganancia. Como los indicadores socioeconómicos tienen que ver con poblaciones y no con un solo vendedor, entonces a la ciencia lo que le interesa es medir la ganancia de todos los habitantes en su conjunto para un país por ejemplo, o para un sector de la economía. Pero no se le llama ganancia ni beneficio, se le llama Valor agregado. En Guatemala, se han identificado 229 sectores de la economía. Uno de ellos, por ejemplo es el sector construcción. En este sector se calcula el valor agregado que obtienen todas las empresas que trabajan en la construcción de carreteras, puentes, casas, edificios, muelles, etc. La sumatoria del valor agregado de todos los sectores (229) daría como resultado el valor agregado nacional. Este valor agregado nacional es llamado Producto Interno Bruto y se abrevia PIB. Este indicador es medido de forma anual y ha presentado en el país el comportamiento siguiente:



El PIB del año 2014 nos indica que el país en ese año tenía más riqueza que en el año 2013. Algunos analistas científicos señalan que el PIB por sí solo, no es un buen indicador para decir que un país está mejor que el año anterior, porque en el caso de Guatemala, el año 2014 tiene más población que en el año 2013. Esto sería como afirmar que una familia con cinco miembros tenía una ganancia en el año 2013 de 5,000 quetzales y en el año 2014 está igual porque tenía los mismos 5,000 quetzales de ganancia pero tuvieron un miembro más en la familia, por lo tanto la familia ahora es de 6 miembros. Entonces un mismo PIB no significa que estemos igual, al considerar el crecimiento de la población. También un PIB mayor puede indicar que estamos peor que el año anterior si nuestra población creció más de lo que creció el PIB. Por eso recomiendan dividir el PIB dentro del total de la población y así tener el PIB por persona (este indicador es llamado PIB per cápita).




No debemos malinterpretar el PIB percápita, ya que este no es un indicador individual sino de país, por lo tanto sólo sirve para indicar si el país tiene un valor agregado mayor que el año anterior lo que indicaría que el país está económicamente mejor. Las personas no se miden por el PIB. 

A pesar de la claridad que se puede observar en la gráfica anterior, para medir si un país está mejor o no en su economía, otros analistas señalan que la medición expuesta no es real, ni en el PIB ni en el PIB percápita. Veamos un ejemplo, si vendemos un tractor a quinientos mil y esa es toda la producción nacional, entonces 1 tractor es nuestra producción de país y 500,000 es nuestra Renta Nacional. Al restar los costos tenemos un PIB de 100,000. Si al año siguiente producimos 2 tractores y nuestra renta nacional es de un millón y nuestros costos son 800,000 entonces podemos afirmar que estamos mejor (PIB = 200,000). El Producto Interno Bruto representa en dinero (PIB monetario) la cantidad física de nuestra producción (PIB físico). Pero si al tercer año producimos los mismos 2 tractores, nuestros costos son 800,000, pero vendemos cada tractor en 550,000 entonces tenemos un PIB de 300,000. Esos trescientos mil en dinero aparentemente señalan más producción pero en realidad la producción se mantuvo en 2 tractores, lo que indica que el país no mejoró. La Renta Nacional y el PIB en realidad están siendo afectados por una variación en los precios y por lo tanto no representan una mejoría en nuestra riqueza. Los economistas sugieren restar las variaciones en los precios y así determinar un PIB a precios constantes. Esta afirmación hace necesario medir anualmente la variación en los precios, para saber cuánto hay que restarle al PIB que se calcula a precios corrientes. Esa variación en los precios es llamada inflación y su indicador es un porcentaje.



Históricamente cuando se notó la importancia de medir la inflación, algunos analistas recomendaron medir la inflación pero no del cien por ciento de los productos de un país, sino sólo de aquellos que afectaban el consumo final de los hogares, este indicador es llamado IPC o índice de precios al consumidor. También se estableció la necesidad del cálculo del IPP o índice de precios al productor, que mide la inflación pero sólo de aquellos productos que sirven como materia prima para los principales productos de la producción nacional. A continuación un resumen de los principales indicadores socioeconómicos de Guatemala.


Las reservas monetarias internacionales representan la variación del ahorro que el país logró durante un año en moneda extranjera, en este caso en dólares de los Estados Unidos depositados en el Banco de Guatemala, esto se calcula sobre la cantidad total que había ahorrado al año anterior. En este indicador es importante determinar cuánto dinero extranjero ingresó al país (Divisas). Sus principales fuentes son los turistas, las exportaciones y las remesas familiares. Pero ese dinero sirve para pagar las importaciones, por lo tanto cuando aún sobra, forma parte del ahorro en divisa extranjera, lo que se denomina reservas monetarias internacionales. También se mide la cantidad de masa monetaria (o dinero) que circula en el país (M1). Cuando ese dinero (en efectivo) también incluye el dinero electrónico (tarjetas de crédito, cheques y tarjetas de débito) entonces se denomina M2. Los precios además del IPC y del IPP pueden medirse para un solo producto, el más interesante es el precio del dinero, lo que se mide con las tasas de interés. Tasa activa cuando el Banco cobra un precio por los préstamos y tasa pasiva cuando un banco paga intereses por ahorro de los cuentahabientes. Finalmente, puede explicarse que es importante medir la actividad financiera del Gobierno. Ya sea el déficit de sus ingresos menos sus egresos (déficit presupuestario) o su deuda (préstamos a nacionales o a países extranjeros). En iguales términos también se mide la deuda privada. (Descargar documento)

Bibliografía

BANGUAT (2015). Guatemala en cifras 2015. Banco de Guatemala. 72 páginas. http://www.banguat.gob.gt/inc/ver.asp?id=/publica/guatemalaencifras2015.htm&e=120887. 

CIA. (2014). The World Factbook. Washington: CIA/Central Intelligence Agency. Obtenido de https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/rankorder/2147rank.html 

INE (2013). Caracterización estadística de la República de Guatemala al año 2012. Instituto Nacional de Estadística de Guatemala, Noviembre. 76 páginas. 

Vox (sf). Diccionario de la Lengua Española. SPES. En línea. http://www.vox.es/cgi-bin/index.pl#


El problema social y el problema socioeconómico

Edwin Rolando García Caal

Los problemas son situaciones de conflicto, que surgen cuando la capacidad de restablecer la armonía entre elementos complementarios se ve disminuida, y en ocasiones anulada por situaciones, elementos o hechos desconocidos; mismos que al ser descubiertos pueden eliminarse o sustituirse hasta el punto que permitan regresar a la situación sin conflicto. La búsqueda de una solución corre bajo la responsabilidad de los propios elementos en conflicto o bien, si estos carecen de competencia, la responsabilidad puede elevarse a instancias superiores, las cuales inician en el nivel individual, continúan al nivel institucional y si aún no logran restablecer la armonía culminan en el nivel científico.

La anterior definición señala la conveniencia de iniciar la disertación explicando cuáles son los elementos complementarios. En las ciencias exactas por ejemplo, existe armonía entre valores (10=10). Un problema en estas ciencias exactas surge cuando aparece el hecho desconocido, lo que hace cambiar uno de los valores (8+X=10), transformando la armonía inicial en un problema. La búsqueda de la solución al problema puede abordarse desde varios puntos de vista, varios caminos o varios procedimientos. En este caso como los elementos no tienen competencia para auto recuperar la armonía, la responsabilidad de solucionar el problema recae sobre el individuo (hombre o mujer) interesado en resolver el problema. La jerarquía de los actores entra en escena cada vez que un nivel inferior señala su incompetencia para resolverlo.

Al igual que en las ciencias exactas, las ciencias naturales funcionan con elementos complementarios en armonía. Por ejemplo, una planta, para desarrollarse necesita de ciertas cantidades de nutrientes y condiciones físicas. Estas están presentes de forma oportuna en la naturaleza, sin embargo, la ausencia de uno solo de estos elementos complementarios hace romper la armonía y provoca el aparecimiento de un problema. Si el problema no es resuelto, los cambios en el desarrollo de la planta pueden permanecer en el largo plazo. La planta puede por sí misma buscar una solución al problema, si ella misma no lo logra, la responsabilidad pasa al agricultor. Por ejemplo, si aparecen gusanos en la planta, será necesaria la intervención del agricultor,  para que aplique un pesticida y solucione el problema. Si el agricultor no tiene medios para resolver el problema y las plantas afectadas hacen peligrar la cosecha de una comunidad, la situación puede complicarse y pasar a ser responsabilidad del Ministerio de Agricultura. Si el ministerio descubre que el nematodo no puede ser eliminado con ninguno de los pesticidas existentes, el problema pasa a jurisdicción de la ciencia. Según el autor "El científico formula el problema como resultado del análisis de la situación problemática que surge en la vida real como consecuencia de las exigencias de la práctica; o el problema científico se plantea como una previsión teórica" (Majmutov, M. ,1983; p. 143).

En un sentido más pragmático Mario Bunge señala: "El término problema designa una dificultad que no puede resolverse automáticamente, sino que requiere una investigación" (Bunge, M. 1972; p. 195).

En las ciencias sociales, los problemas surgen de la misma forma. Rompiendo el equilibrio o la armonía entre elementos. Sólo que uno de los elementos siempre es el ser humano. Sin embargo, en la sociedad hay una situación más compleja. El elemento ser humano hace más difícil de resolver el problema. Primero porque contrario a lo que ocurre en las ciencias exactas y en la naturaleza, el ser humano que es objeto de estudio no se está quieto y reacciona de diferentes formas (principio de actividad). Aún una misma persona en situaciones exactamente iguales puede reaccionar de diferentes formas en cada oportunidad. Veamos un ejemplo. Una gerente envió una circular a dos empleados. La circular decía: la próxima semana usted deberá asistir a una capacitación sobre temas de interés. El primer empleado llegó a agradecer por la consideración, pero el segundo empleado llegó a presentar su carta de renuncia. El primero afirmó que nunca lo habían tomado en cuenta para alguna capacitación y por lo tanto estaba muy agradecido. El segundo adujo que nunca lo habían enviado a una capacitación porque creía que hacía bien su trabajo, pero que ahora que lo enviaban a una, de seguro estaba haciendo mal su trabajo, por lo que mejor renunciaba.

El ser humano piensa y actúa de acuerdo a eso que piensa. Aun cuando está equivocado. Eso es parte del problema y es mayor cuando el problema no afecta a un sólo individuo (problema individual) sino a grupos de individuos o conglomerados (problema social). En ese sentido los problemas individuales se hacen sociales sólo cuando el mismo problema afecta a los conglomerados. Un problema social aparece por ejemplo, en la satisfacción de las necesidades. El hambre es normal, y puede resolverlo el individuo cuando tiene a la mano los satisfactores. Pero se vuelve un problema individual cuando la persona tiene hambre y no tiene nada para comer (ni comida, ni dinero para comprar comida). También es problema cuando la persona tiene hambre, tiene dinero para comprar la comida pero no hay comida en su casa y no tiene como salir a buscarla. Sin embargo, el problema es social cuando las personas que tienen hambre y no tienen nada para comer (ni comida, ni dinero para comprar comida) son muchas o cuando esas mismas personas sí tienen dinero para comprar la comida pero no hay en los mercados. 

Como problemas sociales podemos mencionar: la violencia, la drogadicción, el incremento de embarazos en niñas menores de 15 años, el analfabetismo, el tráfico en las horas pico, la ausencia de buenos líderes políticos, la falta de agua, las inundaciones, los secuestros, la discriminación racial, la discriminación de género, el uso de palabras soeces para la educación de los niños, el deterioro de los peinados, el deterioro de la forma de vestir, el incremento en adolescentes de los amigos con derecho, la cantidad de alumnos de diversificado que pierden las pruebas de matemática, el incremento de basura en las calles, el incremento de niños obesos, maestros incapaces de dar el ejemplo en términos de eficiencia, falta de didáctica en las aulas universitarias, desmotivación laboral, la corrupción, incremento de homicidios en mujeres, incremento de la prostitución masculina, el terrorismo, el tráfico de niños, el racismo, alcoholismo, el incremento de vagabundos, incremento de abortos, el calentamiento global, las inundaciones, la inflación, la compra venta de punteos en los cursos, el incremento de los divorcios, la masificación de mujeres insatisfechas, el ingreso al país de zapatos que no duran, incremento de niños sin familia, la violencia intrafamiliar, la violencia psicológica a la que son sometidos los esposos, el abuso sexual, la bulimia, falta de comunicación entre padres e hijos, estrés laboral, el bullying, el narcotráfico, personas lentas en todo, anorexia, dengue, chinkuncuya, malaria, la selección no llega al mundial, las maras reclutan niños cada vez más pequeños, el tiempo de aire en los celulares cada vez más caro, incremento de comida chatarra en el mercado, contaminación acústica, crisis económica en Europa, crisis económica en China, crisis económica en Estados Unidos, terremotos, inseguridad, etc. Esa es la realidad social, llena de problemas, algunos de naturaleza objetiva y otros de naturaleza subjetiva. Sin embargo, es necesario diferenciar un problema social de un problema socio económico. El problema socioeconómico se constituye a partir de situaciones de conflicto entre el individuo o grupo de individuos y los satisfactores necesarios para cubrir sus necesidades. Los problemas sociales dependen del desarrollo de la sociedad. Los problemas socioeconómicos tienen un primer punto de encuentro en las necesidades biológicas de los individuos, los problemas sociales son consecuencias de la vida en común. La terapia a parejas que están en situación de divorcio, por ejemplo, es la búsqueda de una solución a un problema social, pero no socioeconómico. Por lo tanto la ciencia que los estudia es la psicología y no la economía.
Los problemas socioeconómicos tienen naturaleza específicamente económica. Si entendemos el origen de lo social como lo que afecta a un conglomerado y sabemos que lo económico tiene que ver con la forma de administrar los recursos escasos y polivalentes para la satisfacción de necesidades ilimitadas de la sociedad, entonces bien podemos definir el problema socioeconómico como “aquella situación de conflicto que limita la satisfacción permanente de las necesidades ilimitadas de la sociedad”. El problema socioeconómico surge desde el origen de la sociedad y se explica por la intención de garantizar la reproducción de la especie humana. ¿Cómo garantizar que la sociedad humana permanezca en el tiempo? ¿A quién hay que proteger primero, a la mujer, al niño o al hombre? ¿Qué hay que buscar primero, comida, vestuario o vivienda? La respuesta está dada en un solo elemento: la provisión de bienes materiales. En ese sentido el equilibrio socioeconómico está señalado en la seguridad de qué producir, cuánto producir y como producir. Cuando esa seguridad se pierde o se pone en riesgo, entonces surge un problema socioeconómico. Cuando se entra en detalle a analizar el problema socioeconómico, se encuentran causas en toda la cadena de provisión de bienes y servicios, por lo que se habla de problemas de producción, problemas de distribución, problemas de comercialización y problemas de consumo. Un elemento adicional que se encuentra amarrado a la cadena de provisión de bienes y servicios tiene que ver con el dinero como medio de cambio. Por lo que los problemas socioeconómicos tienden a analizar la provisión real (bienes y servicios) y la provisión monetaria (dinero para adquirirlos). A esto llamaremos más adelante corriente real y corriente nominal.
Algo importante para diferenciar los problemas sociales de los problemas socioeconómicos tiene que ver con todos los aspectos de la vida humana. La actividad del ser humano no se centra únicamente en la necesidad de reproducción material de la especie (problemas socioeconómicos), sino que también aborda necesidades de organización, de reproducción espiritual, y de relaciones de vida.  En las relaciones de organización aparecen los problemas que se dan en las estructuras de poder, en las clases sociales y en los estratos sociales. Cuando los problemas socioeconómicos se mezclan con las relaciones de organización aparecen nuevos problemas como la desigualdad. En este caso unos grupos sociales tendrán una producción, distribución, comercialización y consumo diferentes a otros, sobre todo porque el tipo de organización establece diferencias en los ingresos de los grupos sociales. En el tema de la reproducción espiritual de la sociedad los problemas que surgen tienen que ver con la estructura de la familia, la conceptualización de la educación, la salud, la libertad, la seguridad, la vivienda, la iglesia y el vestido. Esta conceptualización hace que un grupo social rechace o acepte la forma de vestir o la forma de pensar de otro grupo social, lo que hace surgir otro problema, denominado discriminación. Finalmente en las relaciones de vida, los campos de acción de los seres humanos tienen que ver con la cultura y los valores que le son propios por historia. Lo que tiene valor para unos (cacao) no es lo mismo que tiene valor para otros (oro). Como se puede notar, entonces, los problemas socioeconómicos sólo intentan abordar las relaciones de reproducción material de la sociedad y para ello se fundamentan en el análisis de sus propios indicadores socioeconómicos (ejemplo, el PIB, la tasa de desempleo, el índice de distribución del ingreso, etc.). Estos se miden en el tiempo y en el espacio.
Por lo anteriormente descrito es importante aclarar que cuando se reduce la seguridad de contar con satisfactores que permitan resolver las necesidades materiales, debemos también saber que todo tiene relación temporal. Así los problemas socioeconómicos también se identifican como problemas estructurales o como problemas coyunturales. Son problemas coyunturales aquellos que no son permanentes. En un problema coyuntural la solución puede darse en el corto plazo y la inversión de tiempo y recursos es mucho menor que los recursos necesarios para resolver un problema estructural. Veamos un ejemplo. En la evaluación de un edificio nuevo el supervisor informó que el hierro utilizado en la construcción estaba oxidado y por lo tanto en un máximo de 5 años el edificio colapsaría. Este es un problema estructural, porque para sustituir el hierro en todo el edificio, se hace necesario derrumbar el edificio, a menos que se utilice un procedimiento diferente, como el utilizado en los X-men para sustituirle el sistema oseo a Wolverine. Pero como eso es pura imaginación, el problema del edificio es un problema estructural.
En otro edificio hay un problema coyuntural. El supervisor descubrió que el día de la inauguración había un hedor en todos los niveles. El olor provenía del sanitario de damas del primer nivel. Cuando entraron vieron que no habían echado agua en el inodoro. Cuando intentaron echar agua vieron que no había. Ese es un problema coyuntural.
Imagínese ahora que ante el problema del sanitario en el primer nivel del edificio, el ingeniero jefe de la obra dé la orden de demoler el edificio para terminar con el mal olor en todos los niveles. ¿Sería esto necesario?  ¿No es más fácil echar agua en el sanitario y desodorante ambiental en todos los niveles? Imagine también que al enterarse del problema del hierro en el otro edificio, este ingeniero dé la orden de pintar todo el edificio con pintura anticorrosiva para evitar que se desplome dentro de cinco años. ¿Es esta una decisión correcta? Resulta que esto ocurre con frecuencia en la sociedad. Existen autoridades que pretenden resolver los problemas estructurales aplicando soluciones coyunturales, mientras que otros pretenden solucionar problemas coyunturales haciendo cambios estructurales. Todo esto sucede por falta de conocimiento de los problemas socioeconómicos.
Los problemas socioeconómicos pueden ser estudiados desde disciplinas muy dispares: ciencias políticas, sociología, economía, etc. Incluso dentro del ámbito de la psicología los problemas socioeconómicos pueden ser analizados desde perspectiva diferentes. Numerosos estudios consideran que las dificultades de este tipo constituyen un poderoso factor de riesgo de padecer problemas de adaptación psicológica. La mayoría de ellos coinciden al afirmar que los problemas socioeconómicos están implicados en la aparición y mantenimiento de trastornos psicológicos como la depresión, la ansiedad, o los problemas de comportamiento en adultos (Lynch, Kaplan y Shema, 1997; Price, Choi y Vinokur, 2002; Reading y Reynolds, 2001; Weich, Churchill, Lewis y Mann, 1997; Weich y Lewis, 1998a, 1998b). Asimismo, se constata un interés creciente en la comunidad científica por el estudio de cómo estos problemas socioeconómicos “de los mayores” pueden afectar al bienestar psicológico de los más pequeños (Kalff et al, 2001; McMunn, Nazroo, Marmot, Boreham y Goodman, 2001; Shaw, Winslow, Owens y Hood, 1998; etc.). Enfocarnos en esta línea de estudio sería un error en las Ciencias Económicas, por cuanto estás se dedican a buscar la causa de los problemas socioeconómicos y no los efectos.
El conocimiento de la realidad socioeconómica es tan importante que implica el análisis detallado del pasado y del presente, a efecto de identificar los problemas coyunturales y los problemas estructurales y las soluciones que les son compensatorias. Sólo así se puede aplicar una decisión inteligente y congruente con el fenómeno. Dicho sea de paso, un problema socioeconómico se descubre por el efecto pero se soluciona al identificar la causa. Causa y efecto son los elementos que permiten el análisis concreto de los problemas. Desde un nivel microeconómico, como el de una comunidad, hasta un nivel macroeconómico como el de una sociedad en su conjunto.
En todas las sociedades hay problemas socioeconómicos, pero son más alarmantes aquellos que se identifican en los países subdesarrollados. ¿Es Guatemala un país subdesarrollado?  Para responder a esta pregunta, es importante iniciar estudiando qué es el desarrollo. Sólo con este conocimiento es posible entender los conceptos de subdesarrollo y dependencia.  (Descargar)
Bibliografía
Ekelund, Robert B. y Robert F. Hérbert 1992. Historia de la Teoría Económica y de su Método. 3ra. Edición. McGraw-Hill. Madrid.
Fombellida, A. (2002, 12 de Junio). Más de la mitad de las familias tienen dificultades para llegar a final de mes. 20 minutos Barcelona, p.1-2.
García, E. (2009). Problemas Socioeconómicos de Guatemala. Universidad de San Carlos de Guatemala, Facultad de Ciencias Económicas. 103 páginas.
Goodman, S.H., Brogan, D., Lynch, M.E., y Fielding, B. (1993). Social and emotional competence in children of depressed mothers. Child Development, 64, 516-531.
Goodman, S.H., Hoven, C.W., Narow, W.E., Cohen, P., Fielding, B., Alegría, M., et al. (1998). Measurement of risk for mental disorders and competence in a psychiatric epidemiologic community survey: the National Institute of Mental Health Methods for the Epidemiology of Child and Adolescent Mental Disorders (MECA) Study.
Majmutov, M.I. 1983. La enseñanza problemática. Pueblo y Educación, La Habana, Cuba. 371 pg.
Bunge, M. 1972. Teoría y realidad. Barcelona: Ariel. ISBN 84-344-1050-8.
Social Psychiatry & Psychiatric Epidemiology, 33, 162-173. Gorman-Smith, D., Tolan, P.H., y Henry, D.B. (2000). A developmental-ecological model of the relation of family functioning to patterns of delinquency. 

martes, 7 de julio de 2015

Cuentas Nacionales de Salud Guatemala 2013

Edwin Rolando García Caal


En el mes de enero de 2015 el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de Guatemala elevó a la Organización Mundial de la Salud el Reporte de Guatemala al Informe de Estadísticas Sanitarias Mundiales, con datos compilados durante el periodo 1995-2013 (el documento se comparte íntegro al final de este artículo). El proceso de validación de la información a nivel internacional, duró cinco meses y finalmente en el mes de julio de 2015 la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó de su aprobación y su inclusión en el Global Health Expediture Database (GHED). Este grado de avance en la publicación de las estadísticas de salud hace posible extender los análisis del financiamiento de la salud no sólo a nivel de actores en el corto plazo (análisis de coyuntura), sino también con un alcance histórico de efectos (análisis estructural), lo que da cuenta que las decisiones políticas y las acciones que se han ido tomando en la historia de la atención en salud repercuten directamente en las sonadas crisis actuales. Como país es un logro importante, ya que por primera vez desde la adquisición del compromiso de publicar las Cuentas Nacionales de Salud (en 1969) el país finalmente logró ponerse al día y a la vez posicionarse a la cabeza de los procesos de institucionalización de las Cuentas de Salud. Algo importante de esta publicación es que el MSPAS ha puesto a disposición de los usuarios la base de datos que puede ser descargada en Excel y utilizarse en tablas dinámicas, con lo cual los investigadores nacionales e internacionales obtienen beneficios adicionales para el uso de estos datos en beneficio de aplicaciones y propuestas.

Aunque los datos no son contrarios a lo esperado, sí hacen posible el reconocimiento de las tendencias y los puntos de inflexión, así mismo permiten una focalización de las principales urgencias para evitar el colapso del Sistema de Salud a nivel nacional. Se observa que el financiamiento de la salud a nivel nacional mantiene el comportamiento incremental de toda su historia, con un repunte en el año 2001 en términos del PIB y un acomodamiento a partir del año 2011, que lo ubicó en 26,640 millones de quetzales para el 2013; un 6.3% del PIB. El peso del financiamiento en salud sobre la producción nacional había alcanzado 7.1% del PIB en 2006, y la baja que se observa posteriormente se debe al crecimiento de la economía, cuya variación fue superior al incremento de los presupuestos en salud. Para explicar los incrementos del financiamiento se debe considerar que las necesidades se satisfacen a precios de mercado, lo que significa que no todos los incrementos de gasto representan incrementos en la inversión de la atención en salud. En ese sentido el incremento en el precio de los insumos utilizados en la prestación de los servicios de salud, tiene una fuerte influencia en el comportamiento incremental del financiamiento. Esto principalmente por los componentes de los insumos en salud que en su mayoría son importados (medicamentos y equipo médico quirúrgico y de laboratorio) y por lo tanto mantienen la tendencia variante de los precios y del tipo de cambio, según los mecanismos de mercado internacionales.

El financiamiento privado continúa siendo la principal fuente de recursos en el sector salud a nivel nacional. Sin embargo, merece atención el cambio de pendiente en la curva del financiamiento privado, que se vuelve más vertical a partir del año 1999. Se nota que a partir de ese año las políticas en materia de salud posibilitaron una mayor distancia entre estos dos tipos de financiamiento, haciendo recaer sobre los hogares las responsabilidades de recuperación de la salud. Los ajustes neoliberales que se efectuaron en la línea de la modernización del Sistema de Salud tuvieron como consecuencia una reducción del financiamiento público en términos reales y un incremento en el financiamiento privado. Cuando se llega al año 2013 el financiamiento privado alcanzó los 16,816 millones de quetzales y su variación respecto del año 1995 fue de 14,800 millones. Sin embargo, el repunte de los fondos del sector público en el año 2012 respecto de lo reportado en el año 2011 y su aceleración al año 2013 ha logrado reducir la distancia con los fondos privados, este efecto se debió al incremento en el presupuesto del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social pero el efecto no fue mayor, debido al acomodamiento en la tendencia de las asignaciones presupuestarias del Seguro Social, y también debido a una reducción de las asignaciones públicas en las otras entidades financistas, específicamente del Gobierno Central y de las municipalidades. Por supuesto que tal comportamiento tiene lógica. Si las universidades del país no tienen la capacidad de producir médicos más allá de su dato histórico, entonces, si el Ministerio de Salud Pública contrata de inmediato 10,000 médicos más, necesariamente los galenos estarán renunciando de los otros sectores y trasladándose al Ministerio de Salud, lo que significa un acomodamiento de recursos financieros más que un incremento en la inversión. Esto es lo que se observa cuando el MSPAS devenga un presupuesto de mil millones más sin impacto real en el sistema de salud. El efecto se simplifica al observa el dato del gasto público como porcentaje del PIB, que para el año 2013 se mantiene exactamente en el mismo 2.3% alcanzado en los años 2003, 2007 y 2008. Nótese que el único año en que el financiamiento público fue más representativo en términos de porcentajes del PIB fue el del año 2009 cuando alcanzó el 2.5% del PIB, pero ese logro no es logro si se analiza como el efecto en el PIB de la crisis económica mundial; de allí ha venido en detrimento.

El Gobierno General y Municipal financió la salud con una tendencia decremental desde el año 2009 hasta el año 2012 en donde se asignaron en conjunto 4,287 millones de quetzales en contraposición a los 4,309 millones de quetzales asignados en el 2011 y sobre todo un dato mucho menor a los 4,578 millones de quetzales asignados en el año 2009. En este mismo periodo 2009-2011 el presupuesto del MSPAS registró una meseta, lo que también repercute en la tendencia a la baja. La tendencia errática de este tipo de gasto durante toda su historia, depende de acciones independientes que realizan las 338 municipalidades que tienen un gobierno autónomo, así como lo programado en el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda para la ampliación y remodelación de centros y hospitales; las acciones del Ministerio de Educación en sus programas de prevención o las acciones específicas de las Secretarías y otras dependencias del Ejecutivo. En el año 2013 debido a la liquidación del Fondo Nacional para la Paz, los recursos que esta entidad tenía en su presupuesto trianual fueron trasladados para su ejecución al Ministerio de Salud, al Ministerio de Educación y al Fondo de Desarrollo Social, lo que significó un incremento en la ejecución de los servicios de salud. Sin embargo, al año 2013 la tendencia de gasto del Gobierno General y municipal sigue siendo un 1.2% del PIB que ya se había alcanzado en el año 2005. A partir del 2009 el resto del gobierno y las municipalidades financiaron de forma decremental los servicios de salud, pasando de 1,603 millones de quetzales en 2009 a 583 millones en 2012 con una leve recuperación en el año 2013 para alcanzar los 696 millones de quetzales, este comportamiento hizo contrapeso a la hora de incrementar el presupuesto del MSPAS. 

Cuando se hace un análisis de los proveedores, en función de la población objetivo y a precios constantes para eliminar el efecto inflacionario se observa que el IGSS (se consideró el total de la población beneficiaria) no es comparable con el MSPAS si a la población nacional se le resta la población beneficiaria del IGSS. Con este cálculo se definen las aportaciones per cápita del Ministerio de Salud que iniciaron la década del 2001 con asignaciones de 151.9 quetzales constantes por persona y se llegó al año 2013 con asignaciones de 184.54 quetzales constantes por persona, esto en 2013 equivale a una asignación per cápita de 25.6 dólares de los Estados Unidos al año por habitante para prestarse servicios de salud. Las asignaciones del seguro social son mayores. En el año 2001 el IGSS asignaba por cada beneficiario un monto de 745.07 quetzales anuales y al año 2013 dicho financiamiento se elevó a un monto de 841.28 quetzales. Al hacer el análisis histórico se nota que los incrementos en ninguno de los casos han sido sustanciales, pero en términos de equidad se observa que la población asegurada podría, en términos del financiamiento, esperar un servicio con una calidad diferenciada, lo que no está ocurriendo. 

En términos absolutos el financiamiento privado de la salud fue de 16,816 millones de quetzales para este último año. En el periodo 1995-2013 el gasto privado evolucionó de un porcentaje del 2.4% a un 4.0% del PIB, lo que se considera una carga muy alta para la población que es la principal financista de los gastos privados. Como se explicó, la tendencia del financiamiento privado cambió a partir de 1999 y se reafirmó en un nuevo nivel en el año 2001, cuando pasó de 2.5 a 4.6% del PIB. En este rubro participan los hogares, las empresas de seguros, las instituciones sin fines de lucro que sirven a los hogares (también conocidas como Organizaciones No Gubernamentales) y las firmas (también llamadas sociedades no financieras). Estas últimas representan los montos que las empresas asignan para la salud de sus propios trabajadores, un monto adicional a las aportaciones patronales al Seguro Social, y puede erogarse para financiar clínicas médicas instaladas al interior de las mismas empresas.

Los hogares financiaron la salud en 2013 con 14 mil millones de quetzales y una tendencia incremental que podría explicarse con el comportamiento de los precios. Sin embargo, es de considerar que la falta de una normativa que regule el precio de las atenciones privadas en salud, ya sea de consulta externa o de hospitalización, afecta el gasto de bolsillo de manera estratificada y limita el análisis con precios promedio. Si se utiliza como variable determinante el precio de los insumos, se tendría que el gasto de bolsillo, que 1995 ameritó un monto de 1,850 millones de quetzales, requeriría en el año 2013 un monto de 7,346 millones de quetzales; como el gasto de bolsillo es mucho mayor, se evidencia un incremento en las necesidades de salud explicado por el comportamiento de los precios de las atenciones y otras variables. La gratuidad de los servicios públicos decretada en 2008 no impactó más allá del año 2009 la tendencia incremental del gasto de bolsillo. Los seguros privados de salud, divididos en seguros de enfermedad y de hospitalización, también muestran una tendencia al alza, esto se debe al incremento de la tasa de siniestralidad que en el año 2003 era de 25% y en 2013 cambió al 43%. Las firmas, en los últimos años también han incrementado sus gastos en salud. Todo ello se reúne en un monto total de 2,804 millones de quetzales para el año 2013 y a pesar de ser tres financistas, no sobrepasan el 30% del financiamiento privado.

En fin, se afirma que lo más difícil de un proyecto de actualización estadística no se encuentra en lo complicado de la compilación y la validación o en la evaluación de su metadata. Lo más difícil es lograr que a la luz de los nuevos datos se logren impactar las decisiones de política en pro del beneficio social. En este caso, creo que el uso de la información depende de los investigadores y del uso de toda su creatividad para aprovechar la información que en este informe se comparte.

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